jueves, 23 de abril de 2009

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Soledad,
la triste soledad
se adueña de mis sueños,
la tristeza
mantiene mi corazón
con un ritmo extraño,
ese ritmo
que no sabes
cuanto tiempo
permanecerá funcionando,
parece un viejo coche
al que comienzan
a fallarle
todas las piezas
del motor,

ese seat color blanco,
ese que todo el mundo tuvo.

Que triste es estar solo
hasta en los sueños,
la culpa de todo la tiene mi locura,
o mi falta de cordura,
como quieras llamarlo,
la cuestión
es que debido a esto
pasé de ser la persona más feliz,
a la más triste,
insegura y sola.

Estoy muy mal,
y lo peor
es que la tristeza

se pega,

no merezco estar aquí,
sólo merezco una cosa,
desaparecer
de circulación,

pero no huyendo
a otra ciudad
y estar muerto toda la vida,
lo mejor
es quitarme esta,
sin vida no hay problemas,
el tiempo lo cura todo.

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