lunes, 7 de diciembre de 2009

_045

The Animals en el mp3,
viaje en el bus
con todas las paradas,
en la penúltima
entra ella,
como todos los viernes,
estatura media,
piel morena,
ojos oscuros,
siempre hace lo mismo,
primero saluda,
se sienta,
se suelta la coleta,
saca un cepillo del bolso,
uno de esos bolsos enormes,
se cepilla su larga melena
con calma,
como si el tiempo no importase,
luego se empolva la cara,
se pinta los labios,
crema hidratante
en las manos,
mirada perdida,
ni una sonrisa,
nunca lo hace,
siempre me viene lo mismo
a la cabeza,
la cantidad de cerdos
que tendrá que aguantar esta noche,
maridos puteros,
desgraciados,
jóvenes salidos,
cuantas pollas
tendrá hoy para cenar,
cuantas veces se arrodillará,
cuantas tendrá que poner el culo,
siempre la misma escena en la cabeza,
ella,
de rodillas,
apoyada sobre la cama
mientras el cerdo de turno
le perfora el culo,
y ella
con toda la calma del mundo,
se pinta las uñas,
rojo sangre,
uñas perfectas,
el cerdo desaparece
y en ese preciso momento
esboza
una sonrisa,
la primera del día
y la última.

4 comentarios:

Ángel Muñoz dijo...

buffffffffffffff, increíble.

Anónimo dijo...

Muy bueno Choche, muy duro, muy cruel, y muy bueno.

Un saludo

Escarlata K dijo...

Qué tal, Choche?
Leí a Buwoski ("No puedes escribir una historia de amor") y leí tu _045.... oye, que a mi tb me va el realismo, pero no el sucio, sino el limpio. Me ha encantado como has descrito a la mujer morena que se pinta las uñas de rojo sangre... pero no me conmueve que el tema de tu poesía sea vulgar y cruel (como ha señalado Calipso). ¿Por qué enfocas tu arte en el lado más oscuro que presenta el mundo ante tí?

pepe pereza dijo...

Iba a decir lo mismo que Ángel, pero para no copiarle diré: Puffffffffff, la hostia puta.
Un abrazo